sábado, 8 de junio de 2013

El lado bueno de las cosas

Hay que prestar atención a los signos

La frase anterior la dice el Maestro De Niro a su hijo Pat, (Bradley Cooper), personaje central de una historia de vidas “border line” que luchan día a día, corriendo para mantener en forma su cuerpo y su cerebro y además intentando huir de la medicación, si bien esto no es del todo posible.

La mejor medicina, el mejor ansiolítico… el amor que surge mediante el baile para redimir a dos seres convulsos, perdidos y tragicómicos.

Genial Bradley y aún más Jennifer Lawrence, Tiffany, bellísima y que no para de cosechar éxitos.
Si te gustó de Mística en XMen o Los juegos del hambre aquí conquista con fuerza y enamora.

Todo ocurre por una razón en esta película donde los personajes se desmoronan y vuelven a resurgir hasta, en ocasiones, casi volar como la águilas, el equipo de futbol americano de la ciudad y que une a todos los personajes en una liturgia casi tribal.

Final Feliz que cierra un comienzo donde Los Cuernos son el principio de todo el mal y donde pequeños pájaros curan sus alas y vuelven a volar.

Y enhorabuena a Matthew Quick el joven autor de la novela que origina todo este tinglado.

Detalles: Increíble De Niro, otro bipolar simpático viciado con las apuestas  y que ama a su gente. Nos regala en la escena del salón de la casa familiar una interpretación sublime  cuando sus hijos  regresan del partido. ¡Tela Marinera!

Romántica la escapada final de Tiffany bajando por las escaleras, eso es glamour.

En definitiva, una película Excelsior donde entender que: "Todos llevamos una locura dentro".

¿O no?


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