domingo, 28 de julio de 2013

Submarine

¡Salvados por la campana!


Me tragué otra de adolescentes. Al final, me haré un experto en conducta de seres que rondan la edad del pavo, o que como estos dos personajes de Submarine, están totalmente inmersos en ella. Richard Ayoade, el director, más conocido como actor cómico en toda la Gran Bretaña por la serie Los Informáticos se subió al carro de la dirección y se gastó la pasta del infumable Ben Stiller, el soso de Noche en el museo, en hacer y dirigir en 2010 este Submarine adaptando una novela que intuyo debe ser mucho mejor.

Por fin llegó a España hacia el 2012 y...poco que contar. Un adolescente rarito y friki que se enamora de otra adolescente rarita, Jordana, muy  borde e insoportable y con problemas en la piel. Ambos inmersos en una vida familiar desectructurada. Ella con mamá con cáncer y padre destrozado. El niño con un padre demasiado empollón que nunca tuvo huevos para nada en su época y que no ha sabido vivir, y ahora, es tarde para evitar la distancia de su mujer que comienza a tener escarceos con un gurú pop y hortera.

Bonitas escenas en la playa, largos paseos siempre pegados a una cerilla que la pirómana de la novia lleva siempre encima, aunque esta parte deja mucho que desear. Uno cree que lo de la piromancia puede llegar a dar cierta dosis dramática en manos de una adolescente y dará tensión al film pero, se queda en nada, como casi todas las escenas y los temas tratados, que son los de siempre en estos años: el acoso, el sexo, el descubrimiento de las cosas, el amor, la independencia a medias y claro, la muerte y la familia.

Ambientado en los años 80 con la estética paleta de aquellos ingleses que solo por serlo se creen modernos y la música indie de Alex Turner (Arctic Monkeys), “pa quien le guste” a mí lo indie me empalaga un poco.

La cosa queda en “casi interesante”. Alucinarás con la trenca de Oliver, el protagonista, que no se la quita en toda la peli.
Lo mejor, esas interminables playas de Gales, ese color gris, la bruma, la arena húmeda donde dejar huella.

El detalle: ¿Por qué siempre hay películas de adolescentes medio estúpidos y problemáticos o el polo opuesto los seguidores de Hana Montana?.
Hay adolescentes normales, doy fe, coño.

¿O no?

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