sábado, 12 de julio de 2014

La vida secreta de Walter Mitty

O cómo completar un perfil
Una película dedicada a toda esa gente que hace realidad sus sueños, que consigue que las cosas en la vida sean posibles. Un héroe del día a día Walter Mitty (Ben Stiller). Un solitario habitante de la nada, de la vida sin expectativas que se lanza a enviar un pequeño emoticón vía internet en una web de contactos a la chica de sus sueños y ahí comienza todo.
La vida son fotogramas como los del archivo para el que Walter trabaja en la revista Life. Pequeños negativos que una vez revelados pueden mostrarnos una vida más interesante. Una vida por la que luchar o imaginar o soñar. 
El poder de internet y el terreno movedizo entre la realidad y la mentira de los sueños y lo que deseamos. 
No es fácil encontrar la persona que queremos, el amor es un complejo algoritmo de encuentros y desencuentros casuales llenos de ceros y unos.

La vida real cruda con despidos, con soledad y aislamiento con jefes vomitivos y vidas anodinas que buscan otras vidas.
De pronto, la magia, el destino,  la capacidad de fantasear, esa oportunidad que nos pasa a todos por delante, al menor una vez en la vida, sentirse capaz de hacer y responder a preguntas como: ¿Y por qué no hago esto y lo otro para salir de esta situación? 
El personaje se lanza, se atreve a vivir otras vidas, a dejar que se le “vaya la olla”.
Un nuevo Peter Pan urbano que por fin, dice lo que hasta ese momento callaba. Y además una intriga, una aventura, algo que contar. Una foto, la quinta esencia que necesita la revista Life para no cerrar. Una pista, un hilo del que tirar y buscar otras vidas,  personajes de ficción, alguien que no somos pero podemos ser, entre ida e ida de olla.
Hay lugar para todo en esta película: para lo humano, para la niñez tardía, para viajar en skateboard o estar a punto de morir entre cenizas de volcanes. Espacio para luchar contra un tiburón con un maletín o subir al Himalaya y hacer la mudanza de un piano. 

Por fin  coge la vida, la agarra y a viajar detrás de Sean O´Conell (Son Pean) un héroe de verdad, el fotógrafo del que debe salir la foto de la última portada.
Una película basada en un relato corto de James Thurberes. Una película muy cuidada,  romántica y tierna, conmovedora, con repuntes de revolución sencilla y cosas que nos pasan a todos.
Destacar los magníficos escenarios de Islandia y la música de Theodore Shapiro así como el conjunto de actores, aunque la historia puede más, mucho más que ellos mismos.
¡En resumen me gustó mazo!

El detalle: Escena donde él corre delante de las impactantes portadas de Life. Emocionante y fuera el lema de la revista: ”To See The world (Para ver el mundo)”.Una metáfora de toda la película. ¿O no?

2 comentarios:

  1. Pues esta también me la apunto, Maestro Montesinos. Y más después de leer la reseña. Desde luego para alguien que atesora mi pereza a la hora de buscar títulos su blog es una mina. Por cierto, en Madrid me despisté un momento para hablar por teléfono y ya se había marchado. No puede despedirme pero aprovecho por aquí para decirle lo mucho que me gustó conocerle y obviando el tuteo subrayar lo majo que eres como persona :). Un abrazo.

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  2. Amigo Juan Antonio un placer conocerte en real y cierto que salí sin despedirme de ti, fue un pluf de abuelo. Jajaja. Me alegró mucho conocerte y compartir tu sana tranquilidad. Siempre que vengas a Madrid, dame un toque me encantará saludarte. Y sigamos escribiendo que hay madera jeje.

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